El sabor del agua purificada puede variar dependiendo del proceso de purificación utilizado y de las características del agua original antes de su tratamiento. Aquí te explico algunos aspectos clave que influyen en su sabor:
1.Eliminación de impurezas:
El agua purificada ha pasado por un proceso que elimina impurezas como minerales, cloro, metales pesados, y compuestos orgánicos. Como resultado, puede tener un sabor más "limpio" o neutro en comparación con el agua del grifo, que puede tener sabores debido a la presencia de minerales o cloro.
2.Falta de minerales:
Algunos procesos de purificación, como la ósmosis inversa o la destilación, eliminan minerales naturales como el calcio y el magnesio. Esto puede hacer que el agua purificada tenga un sabor menos "rico" o "mineralizado", lo que algunas personas describen como insípido o "plano".
3.Uso de carbón activado:
Si el agua ha sido filtrada con carbón activado, el filtro puede eliminar olores y sabores desagradables, como los que causa el cloro, mejorando el sabor del agua.
4.Almacenamiento:
El sabor del agua purificada también puede verse afectado por el material del recipiente donde se almacena. Por ejemplo, el agua almacenada en recipientes de plástico puede adquirir un ligero sabor a plástico si se deja durante mucho tiempo.
5.Oxigenación:
El agua que pasa por procesos de purificación que permiten una mayor oxigenación puede tener un sabor más fresco.
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